miércoles, 23 de marzo de 2011

Teorema de la interfaz cerebral (5º parte)

Nota: La narración futurista en primera persona del presente finaliza en este capítulo.

La sexualidad sólo se ha desarrollado tanto para replicados como para restaurados con fines únicamente lúdicos y terapéuticos, dado que con la tecnología actual los periféricos biomecánicos integrales sólo se fabrican y todavía no tienen facultades de reproducción, desarrollo y crecimiento como los orgánicos. La reproducción sexual aún está muy lejos para las unidades de silicio. En unos siglos quién sabe...

El gran dilema se ha presentado a la hora de reciclar estas unidades de silicio, ya que no sólo poseen todos los derechos del ser humano que albergan sino también todas las facultades y sentimiento de esa persona, incluidos el temor a la muerte y la inquietud ante el más allá. El problema existencial se ha trasladado al periférico biomecánico que se resiste, como cualquier ser humano a ser reciclado por más que una copia de su alma sea restaurada en un nuevo periférico, y por tanto, su esencia continue viviendo una nueva reencarnación consciente.

Y es que la carne se resiste a morir, sea de carbono o sea de silicio, es ley de vida, sea ésta natural o artificial.

Siendo así, las personas que habitan las unidades biomecánicas procuran alargar su vida de la misma manera que lo harían en su cuerpo natural, y si tales periféricos están diseñados para una vida útil de unos 80 años se está procurando alargar dicho periodo todo lo que permita la tecnología, y a su vez, los mejores laboratorios ponen su énfasis en lograr productos cada vez más duraderos.

Se habla teóricamente de periféricos capaces de vivir 600 años en condiciones normales de siniestralidad y de suministros nutritivos.

Sin embargo las sensaciones que atraviesan el córtex artificial hacia la mente inorgánica son descritas por los usuarios restaurados como hiperreales.

Son sensaciones indescriptiblemente nítidas y regocijantes, la visión con más colores de los acostumbrados y mayor potencia nocturna y frente a adversidades, el sonido en un amplísimo espectro de frecuencias, dicen que cada vez que vuelven a escuchar una vieja sinfonía perciben notas y detalles en los que antes no habían sido capaces de reparar, y lo mismo pasa con los olores y los sabores, que aunque ya no pueden paladear un jugoso asado, pueden recrear las mismas sensaciones virtualmente y degustarlo de manera aún más intensa y con las mismas percepciones que obtuvieron cuando lo hicieron físicamente, incluso las ganas de vomitar o la sensación de digestión pesada que ocasionaría un exceso de comida o bebida física, o lo que vulgarmente mal se califica como real.


Control de la nueva demanda de recursos

El hedonismo ha sido siempre uno de los eternos peligros de la humanidad. El hedonismo no es en sí ninguna calamidad y no sería ningún peligro si no fuera por el perjuicio físico e intelectual que conlleva el abuso del mismo. Es como un buen vino, delicioso mientras no se abusa, mientras no perjudica la salud del que lo consume ni la integridad o los derechos de los demás.

La nueva tendencia de los seres humanos que están en condiciones de acceder a las nuevas tecnologías biomecánicas es a perpetuarse masivamente en periféricos inorgánicos y a tener cada vez menor descendencia ya sea por motivos culturales, prácticos o legales.

Mientras la demografía permanece afortunadamente estancada, llevamos ya varias décadas recuperando tímidamente algunos ecosistemas gracias a la menor presión sobre los recursos naturales. La natalidad está descendiendo y por tanto, la humanidad envejece, saludablemente.

En pocos siglos, si la tendencia casi toda la humanidad se habrá restaurado no una vez sino muchas, y si para entonces no hemos sido capaces de crear, fijaos que ya no hablo de fabricar sino de "crear" periféricos orgánicos con base de carbono y con capacidades de restauración y de reproducción sexual, tal como la naturaleza lo hizo en la Tierra en 600 millones de años, si no conseguimos eso, obtendremos una humanidad de silicio y de sexualidad virtual, tal y como hemos empezado a fabricar ahora, pues todos reconocen las innumerables ventajas y mejoras vitales que propone la tecnología, y cada vez son menos los que no desean restaurarse.

Yo como filósofo, mi obligación es hacerme preguntas, es más importante hacerse preguntas que ofrecer respuestas, sobre todo para el filósofo: Si llegamos a ese punto de creación de periféricos integrales con base de carbono y reproducción sexual en los que seamos capaces de restaurar nuestra ciencia y nuestra consciencia, nuestro subconsciente colectivo y nuestra sensibilidad más refinada ¿estaremos ante la reencarnación consciente? ¿estaremos ante aquella experiencia religiosa de la que hablaban nuestros ancestros de la era moderna, aquellos que se llamaban lamas tibetanos, que eran capaces de ocupar un cuerpo tras otro, una vida tras otra, de manera consciente y auténtica?

Supongo que sí. Supongo que frente a cada progreso tecnológico y científico se nos abre una nueva frontera que franquear, un nuevo muro que derribar y un nuevo peligro acechándonos, que driblar o vencer.

El problema humanitario dejara de ser la contaminación y la extenuación de los recursos naturales, ya que los periféricos artificiales al día de hoy, aunque requieren muchas micro reparaciones por segundo y energía para llevarlas a cabo y para cubrir todas las necesidades funcionales, lo que en biología se conoce como nutrientes, pues el aprovechamiento es mucho mayor y más eficiente.

Por lo que las necesidades netas totales de aporte sustancial y energético de un individuo restaurado son mucho menores que las de un de un individuo orgánico, y por tanto, tendrá un mantenimiento mucho más económico y viable, aportando el mismo valor laboral tanto en horas de trabajo como en cualificación laboral, cualidad esta última que se deriva, tanto de la menor necesidad de descanso como del acopio creciente de conocimiento y experiencia que se produce como consecuencia de la prolongación ininterrumpida de la vida.

La menor necesidad de energía y nutrientes conlleva una menor presión sobre los recursos naturales que se irán recuperando poco a poco si los ultras lo permiten y no nos constipan, y quizás, con un poco de suerte y talento nos ganemos la confianza de los jardineros de universo y accedan a repoblar las especies que nos hemos cargado, u otras capaces de adaptarse a las nuevas condiciones que hemos generado.

Quizás eso sea demasiado suponer, aún queda mucho para curar nuestra prepotencia.


Controlar los malos usos del córtex y las intrusiones

En los comienzos más incipientes de la neurociencia, cuando estábamos tratando de mapear el cerebro, y de identificar y aislar en el córtex las regiones sensoriales y motrices, es decir, de entrada y de salida de la información neuronal, se produjeron casi a la vez los descubrimientos de las pruebas ilícitas que alugunos laboratorios militares y privados llevaron a cabo.

Se trataban de interceptaciones de transacciones neuronales y de induccones no clandestinas. Yo diría que las primeras aplicaciones de los grandes descubrimientos en neurociencia fueron aplicaciones de control mental de individuos, aplicaciones paramilitares.

Lo mismo que ocurrió con Internet, los primeros estadios de la Red de redes fueron desarrollados por militares con fines militares, es decir, seguridad más lo que sea. En concreto la DARPA de la marina de los EEUU en la segunda mitad del siglo XX liberó a las universidades la primera red de redes, y luego se filtró esa tecnología primero a organismos públicos, comerciales, y fnalmente, a toda la población.

De igual manera sucedió con las neurociencias, primero se desarrollaron en los laboratorios de la OTAN, prácticamente por las mismas fechas, y luego de desenmascarar esa tecnología y de indemnizar a miles de las víctimas de sus experimentos, comenzó a filtrarse el conjunto de avances en los círculos médicos, y a investigarse conjuntamente y en régimen de colaboración por los sistemas sanitarios de la Coalición Internacional.

No fue hasta entonces cuando se comprendió el potencial, los beneficios y los peligros de la nueva tecnología biomecánica centrada en el córtex cerebral como interfaz entre los sistemas biológicos y tecnológicos.

Pero antes de ser del dominio público y en los primeros estadios de esta rama de la ciencia se produjeron muchos usos ilícitos y abusivos por parte de experimentadores y de oportunistas ávidos de dinero y poder. Os recuerdo, por si no lo sabéis, que en aquel siglo XXI de las nuevas luces, aún se utilizaba el capital como moneda con el fin de amasar cantidades incalculables de recursos económicos y riquezas.

De hecho, por culpa de la facilidad para la acumulación de riquezas que otorgaba ese formato de moneda hubo una organización llamada FMI que llevó a la humanidad a la quiebra despues de siglos de mantener en la extrema pobreza a la mayor parte de la humanidad, adeudados inmisericórdemente bajo unas normas de especulación criminal, sólo posibles mediante este tipo de moneda.

Y llevaron a la biosfera, ser humano incluido, a un colapso sin precedentes que casi supuso la cuarta extinción masiva del planeta, todo ello a base de jugar a las finanzas y los dividendos con la energía vital de muchos, poniendo precio a los recursos y también a los pobladores del mismo.

Los primeros experimentos de transmisión a través del córtex fueron clandestinos y con fines militares. Lo primero que se identificaron fueron las frecuencias y el tipo de ondas que estimulaban el córtex suplantando a los sentidos.

Las personas tenían visiones y alucinaciones de todo tipo al recibir impresiones sensoriales no producidas por sus ojos ni por sus oídos sino inducidos artificialmente.

No tenían un control certero de las inducciones debido principalmente a ejecutarlos a distancia vía inalámbrica, algo que a su vez hacía a tales experimentos prácticamente indetectables y afectar a otros áreas del córtex como los del olfato, los áreas responsables del comportamiento o los de los distintos sentimientos, pues en inducción sensitiva artificial es radicalmente más importante el qué o el dónde inducir, que el cómo.

De manera inalámbrica los efectos colaterales se incrementan proporcionalmente a la distancia, y en contacto con los microelectrodos se obtiene una precisión casi absoluta, pero a efectos prácticos la manera de incidir en el córtex les era indiferente, y más en aquel tiempo de pruebas clandestinas.

Era muy frecuente que las víctimas de dichas pruebas experimentasen en la misma inducción alucinaciones auditivas, visuales, olor a quemado y cierto sentimiento de melancolía o frustración que los hacía profundamente infelices y desesperados por las alucinaciones, pues eran conscientes de los errores sensoriales que estaban padeciendo.

Muchos sevolvieron locos, la mayoría fueron internados en hospitales psiquiátricos y sometidos a tratamientos de adormecimiento sensorial y anulación de la personalidad. En aquel tiempo el psicoanálisis era cosa de ricos y la psiquiatría una simple cadena de aplicación de fármacos, y lobotomías.

Después de las consabidas denuncias y reclamaciones, se regularon este tipo de experimentos y comenzó una etapa de mercado en la que las aplicaciones lúdicas tomaron la batuta de los acontecimientos al tiempo que sirvieron para financiar las investigaciones neurocientíficas que desembocaron en la biomecánica que todos conocemos.

Resurgieron las aulas cinematográficas después de una larga decadencia de ideas y turbulenta agonía llena de reclamaciones de derechos de autor y lamentos plañideros de taquillas y butacas vacías, las tecnologías 3D ofrecieron un efímero balón de oxígeno para el cine pero finalmente sucumbió un arte supuestamente víctima recursiva de la red Internet y de la libre distribución de un conocimiento cuyo acceso fue reconocido un derecho más fundamental que el propio derecho del autor y de la interminable cadena de intermediarios que se lucraban impunemente de una propiedad intelectual que poco o nada tenía que ver con el autor.

Finalmente, como todo el mundo sabe, el Tribunal Penal Internacional hizo prevalecer el derecho de los pueblos a la cultura y el entretenimiento dejó de ser una violación penalizable por encima del derecho de un autor o un intermediario a adquirir el cuarto o quinto yet ingrávido privado, yate o chalet en la costa de cualquier país templado.

Los intermediarios entre el público y el arte, y los servicios de supuesto valor añadido tuvieron que conformarse con el lucro derivado de sus propios productos y servicios, y los magnates comenzaron a ser un poco menos gigantes y un poco menos arrogantes, aunque no dejaron nunca de demonizar al Gran Maestro, Internet, ni por supuesto, a la Coalición.

E irrumpió en la carta de servicios de entretenimiento del gran público respetable una nueva tecnología, la de la visión artificial. La gente colmaba los pabellones masiva y compulsivamente como en los tiempos del cine mudo, para ver en su mente una película en RI (realidad inducida).

La gente acudía a aquellos lugar ya no par ver una serie de escenas de una mayor o menor realismo virtual, sino que acudía a experimentar una serie de secuencias que eran inducidas artificialmente a través de la interacción de los generadores de impulsos sensoriales y el córtex cerebral del espectador.

El público se sentía realmente inmerso en las escenas que se desarrollaban en la pantalla mental, y los habitáculos para algunas películas de acción hubieron de individualizarse y hacerse de materiales que amortiguaban los golpes, pues el espectador podría hacerse daño al tratar de reaccionar ante los estímulos allí vividos.

En apenas diez años todo el celuliode y el cine 3D fue remasterizado en formato RI.

Verdaderamente fue un gran salto cualitativo en el concepto de realidad virtual. Los espectadores podían realmente sentir lo que se desarrollaba en la escena con todo lujo de detalles, ya que el córtex cerebral recibía exactamente los mismos impulsos que hubieran enviado los receptores sensitivos, si no es que más intensos, artificialmente intensos.

El único efecto secundario que producía la sensación virtual, además de algún paro cardiaco y algún ataque de epilepsia en enfermos subyacentes, parecía ser el de la adicción, y las aplicaciones se sucedieron en todas las áreas de la vida.

Comenzó la decadencia de los centros de alterne porque las mismas sensaciones erótico-sexuales que podían proporcionar los servicios de prostitución eran proporcionados por un generador personal o PG, con el programa adecuado y sin necesidad de contacto carnal, intercambio de gérmenes ni interacción con personajes y lugares de dudosa higiene física y mental.

Los proxenetas y la industria asociada a la prostitución pronto pasaron a compartir ideología e intereses con los ultraconservadores católicos, protestantes, islámicos, judíos o de cualquier religión, que desde los comienzos del pensamiento científico allá supuestamente por el siglo XVI, vieron mermadas sus capacidades de enajenar y manipular a sus adeptos, feligreses y atemorizados conciudadanos.

El tráfico de drogas también se vino abajo con las nuevas tecnologías de sensación virtual, ya que cualquier efecto o emoción provocado por cualquier tipo de droga era perfectamente experimentable virtualmente sin necesidad de contaminar la sangre con sustancias psicotrópicas, o aquellas tan nocivas con que se solían diluir tradicionalmente las drogas, y todo ello sin tener que pagar los desorbitantes precios de una economía sumergida, y sin tener que relacionarse con el mundo del hampa y de la delincuencia.

Pronto este submundo generador de violencia, depencia química y extorsión encontró trabajo en los servicios y fuerzas de seguridad de la oposición oficial a la Coalición y la Sociedad, cuya condena y abolición llevarían a cabo si pudieran, o si llegara a tener efecto cualquiera de sus reiterados atentados biológicos y políticos.

Pero las aplicaciones fueron mucho más allá del panorama lúdico.

La inducción de sueños plácidos o reparadores en medicina hizo que se recuperan mucho antes aquellos pacientes de múltiples enfermedades y permitieron una mucho menor administración de fármacos con un enorme ahorro tanto en recursos económicos como en materia de efectos secundarios adversos que tradicionalmente tenía la administración de compuestos químicos en el organismo.

Se llegaba de esta manera a engañar al cerebro para que segregase oxitocina, dopamina, adrenalina, serotonina o cualquier otra sustancia endocrina que fuera demandada según tal o cual estrategia terapeútica poniendo al alcance del paciente y del usuario en general aquellas sustancias endógenas que pudieran proporcionar un mayor nivel de sanación, o simplemente bienestar y prolongación de la vida, pues pronto conseguimos engañar a las células de cualquier tejido de que nos encontrábamos en plena edad de crecimiento a cualquier edad, estimulando la producción de colágeno, elastina y demás sustancias endógenas responsables del rejuvenecimiento y la reparación celular.

Sin embargo, parecen existir otras variables que intervienen en la vejez y la muerte que aún desconocemos porque indefectiblemente nadie ha conseguido superar la barrera de los trescientos años para el ciclo vital de una persona sana. Algo de todos modos inconcebible para una mentalidad, digamos de hace cinco siglos.

El deporte es otra de las aplicaciones más demandadas en el terreno de la salud. como todo el mundo sabe la salud actual como la de los últimos dos siglos se ha venido centrando en la prevención por encima del problema de la curación, y una de las principales medidas preventivas es el deporte.

Hemos pasado por épocas en las cuales el deporte estaba prohibido por prescripción facultativa, los niveles de contaminación hacían totalmente desaconsejable el practicar deporte sobre todo al principio en las grandes ciudades, pero una vez que se agotaron los combustibles fósiles el problema se extendió prácticamente a todos los núcleos urbanos y polígonos industriales, incluso en pleno campo abierto podía serlo si el viento traía alguna nube tóxica en ese momento.

De esta manera proliferaron los gimnasios de aire reciclado donde se practicaba el aerobic precisamente y también el desarrollo muscular mediante máquinas de juegos de poleas y pesos al igual que se hacía siglos atrás, con la diferencia de que entonces la estimulación neuronal se aplicaba tanto al cerebro como a los músculos.

Al primero se le engañaba para no sentir dolor ni fatiga, y a los segundos para electroestimular y obtener el máximo rendimiento de cada ejercicio, simulando provenir las órdenes del córtex por acto reflejo en lugar de provenir de una máquina.

Otra aplicación que fue muy famosa fue la de erradicar la pandémica obesidad al menos en la Sociedad aunque esta aplicación tuvo muchos usuarios adeptos entre los ultracongelados conservadores (así también se les conoce sátiramente entre los círculos de ciencia a los detractores de las neurotecnologías).

A través del sistema nervioso también podemos engañar a las células y acelerar su metabolismo y provocar la combiustión celular automáticamente en cuanto se detectan determinados niveles de grasa en los adipocitos, niveles a gusto del usuario siempre que no se perjudique su salud.

También podemos inducir la sensación de saciedad o provocar el vómito en individuos que ingieren compulsivamente, y para personas con problemas de bulimia u otros trastornos podemos inducir la sensación de apetito, e incluso cambiar la sensación del sabor de determinados alimentos para regular la salud, y por ejemplo, hacer que una cebolla sepa a caramelo, o viceversa. Son técnicas tremendamente efectivas aunque desde el punto de vista tecnológico, sobre todo la aplicación anterior, que va un paso por delante, un peldaño más allá de la mera interferencia en el córtex.

Evidentemente todos los PCs actuales además de procesar la información cuánticamente, se comunican integralmente con el usuario a través del córtex, es decir, basta con pensar o desear una acción nuestros equipos la ejecutan sin otro estímulo que la lectura del córtex, basta tan sólo con un poco de educación de la mente para ser un informático virtuoso, y es más, hay sistemas operan a nivel subconsciente, es decir, que los estamos dando órdenes sin darnos cuenta, incluso de dormidos.

Estos sistemas son especialmente importantes en medicina pues ayudan a recortar el nivel de variación de los parámetros vitales para que todos oscilen en torno a los valores óptimos saludables sin preocuparnos de nada.

Pronto estas tecnologías abordaron el orbe académico y lo que empezó siendo la lectura de un libro sin abrirlo y en cuestión de minutos terminó siendo el volcado de asignaturas completas en el tejido neuronal, y después el de completas disciplinas del saber humano, siendo capaces de adquirir en pocas horas el conocimiento más actual y la experiencia de toda una vida de un especialista en esa materia.

Comenzó siendo el arriesgado lujo de unos poco privilegiados y ahora es el principal mecanismo recolector de información del ser humano de la era de las luces.

Supongo que ya sabréis que después de la era moderna o industrial, devino la era postmoderna o postindustrial. Después llegó y también se fue la del neorenacimiento. Y finalmente, la que transcurre en el momento en que os escribo estas líneas, que se ha venido llamando era de la segunda ilustración o más exactamente, la "era de las luces".

Para otros se trata de la propia edad de las sombras, ya que también la llaman era de Lucifer entre los círculos ultraconservadores, aquellos que secundan las hipótesis de la Alianza de Religiones, o gente del bien, como les gusta llamarse, empeñados firmemente en convertir el planeta en un infierno por el mero hecho de que algún recóndito paraíso los espera a todos ellos más allá de la vida.

Os cuento todo esto por si no sois de aquí y os habéis encontrado todo esto muerto por aquí. Este documento si ha caido en tal caso en vuestra manos, al menos tendréis una mínima descripción objetiva de cómo fueron por aquí las cosas en el siglo XXV, y qué fue lo que nos pasó.

¿Porqué no llegásteis un poco antes?


Apuntes adicionales sobre el marco tecnológico de nuestro tiempo

Un día, practicando en mis ratos libre arqueología digital en el estrato de comienzos del siglo XXI me topé con un artículo futurista perdido en mitad de un primitivo blog que se llamaba "Sofía y Ciencia".

El blog trataba de abordar de manera transversal todas las disciplinas del saber humano de entonces, lo cual me cayó bien y lo volqué en mi memoria a corto plazo.

Entre sus artículos me llamó la atención uno trataba de imaginas cómo sería el futuro, tecnológicamente hablando, al cabo de unos siglos, y después realicé una ligera excavación de datos contemporáneos acerca de la misma cuestión, las perspectivas de futuro de las nuevas tecnologías de entonces, y la mayoría de opiniones y visiones preferidas por la gente de entonces se encontraban:

Un holocausto nuclear barriendo la vida en la Tierra

Un gran holocausto de neutrones sin control que barrería del planeta toda huella de nuestra civilización sería imposible, pues el propio holocausto sería suficiente huella de que hubo humanoides por aquí.

Sé que se produjeron muchos pequeños holocaustos nucleares aunque más bien debido a accidentes en las ecuacioes de la física posmoderna, pero nos acostumbramos a vivir con ellos pues no fue hasta después de un siglo de haber comezado a explotar la energía nuclear que se produjo el primero de ellos, y no fue hasta entonces que se tomaron en serio otras fuentes alternativas de energía.

Un meteorito barriendo la vida en la Tierra

Pasaron varios muy cerca pero es obvio que aún andamos tratando de educar medioambientalmente a casi la mitad de los seres humanos, por lo que ni estamos muertos ni hemos escarmentado aún lo suficiente.

Hemos recibido muchos pequeños meteoritos de hielo que han dejado caer grandes lluvias cósmicas, eso sí.

Eyecciones solares barriendo la vida en la Tierra

Hay que ver cuánto se buscaba un apocalipsis global entre las fuerzas de la naturaleza, cuando no hay especie más letal y moralmente miope que la nuestra.

¿Porqué creéis que los jardineros nos han aislado tan lejos y con tantas medidas de seguridad, de la vida en otros planetas?

Pequeños apocalipsis locales se suceden cada pocas semanas o meses, pues la tierra tiembla, el mar y el aire se agitan, metales pesados flotan en el aire esperando caer por sorpresa sobre algún área habitado, un sector de la humanidad esperando ansiosamente la oportunidad de depredar sobre el otro sector porque se sienten elegidos para hacerlo... Realmente las eyecciones de masa solar coronaria no son un peligro en ciernes para la estabilidad del planeta.

Conquista y colonización de otros planetas

Ríos de tinta se han escrito sobre esta falacia.

No ha sido posible ni lo será en mucho tiempo, y no creo que sea problema de tecnología, sino de que somos una peligrosa infección universal, somos precisamente aquellos terribles aliens que describía nuestro cine.

Sólo hay que ver cómo hemos dejado el planeta en los últimos siglos ¿Quién garantiza que no hagamos lo mismo en otro jardín?

Somos realmente todo terrenos difíciles de educar, de inteligencia compartida escasa y de conciencia global nula, pues conciencia sin acción no es nada, pensamiento fatuo. Tremendamente fáciles de erradicar, tan sólo dejarnos aislados un tiempo.

De ahí que nos mantengan en cuarentena mientras maduramos en convivencia y compasión, lejos de cualquier otro planeta paradisíaco que podamos infectar haciendo las américas o las australias.

Para otros filósofos esta cuarentena será levantada cuando controlemos las permanentes hostilidades y los, por ahora, conatos de genocidio que esgrime el integrismo de los sempiternos ultraconservadores, mas yo no soy tan optimista y creo que padecemos una cadena perpetua hasta que finalmente nos exterminemos, o cambiemos nuestra actitud a nivel genético, y en ambos casos le pasemos el turno a otra especie en un nuevo intento de cosechar inteligencia global.


Contacto con vida extraterrestre inteligente

Pocas hipótesis de futuro he encontrado tan recurrentes en el histórico de los últimos siglos como ésta y la anterior, pero a diferencia de la otra, el contacto con vida inteligente de otros mundos ya se ha produjo hace mucho, aunque a escepticismo no hay quien gane a los hombres de fe.

Para ser precisos ya se había producido mucho antes de que viera la luz ese arcaico blog de pseudocientíficos sofistas del que hablábamos antes.

Hoy sabemos que somos algo así como una exótica reserva natural que hemos convertido en zoológico, donde se cultivan supuestos prototipos de inteligencia, y sabemos que nos frecuentan a menudo biólogos extraterrestres y periodistas del corazón de las estrellas que vienen a hacer reportajes científicos a veces, sensacionalistas otras, sobre las tribulaciones del ser humano y su medio ambiente.

Tienen la obligación de observar, tomar muestras y no cambiar nada, ni intervenir siquiera en respuesta a los ataques que les hemos propinado. No parece que esta situación vaya a cambiar pronto, nos califican de escualos del medio aéreo.

Cuentan con un archivo de billones de pedabytes de imágenes RI con el histórico de nuestra acción depredadora, es lo que los lamas llamaban "Aka" o los egipcios primordiales llamaron "Ka".

Podría decirse que somos una especie de "gran hermano" planetario al cual se hallan enganchados muchos televidentes ociosos de otras estrellas. Curiosamente el primer experimento de la popular serie "gran hermano" se produjo por aquellos tiempos de locura tecnológica de principios del siglo XXI.

El contacto con vida inteligente extraterrestre ha venido siendo mucho más frecuente de lo que cabría imaginarse, aunque no comprendo muy bien qué ha de tener de inteligente el venir hasta aquí a pasar unas vacaciones de incógnito. Emocionante y temerario sí, pero inteligente...

Está visto que a muchas especies consideradas inteligentes de nuestra misma galaxia les van los deportes extremos, los deportes de riesgo, de lo contrario no vendrían a visitarnos.

¿Quien no ha reparado alguna vez en alguna cafetería de cualquier estación de metro, aeropuerto o estación intercontinental con la típica parejita de esbeltas modelos asiáticas sumergidas en risitas cómplices y tomando perspectivas digitales a su alrededor, entre copas de helados y juguetes de tecnologías obsoletas, como un PC celular o una gafas tomavistas?

Cuando os topéis con unas asiáticas demasiado pálidas que sólo se pondrán de pie para irse rápidamente de unos dos metros de altura, extremadamente delgadas y con unas gafas negras que no se quitan ni en lugares oscuros, poned la mente en modo experto y no os dirijáis a ellas con el pensamiento fijo de tratar de ligar como aquellos antiguos latin lovers de la prehistoria, porque notaréis un súbito zumbido doloroso y una presión en las meninges que os dejaran paralizados en el asiento mientras las lindas jovencitas apuran su bebida tranquilamente y muy serias, y sin mover sus brillantes pupilas de vosotros se levantarán recogiendo sus cosas y se irán.

Esa descarga no es una autodefensa artificial en este tipo de seres humanos, porque de hecho se trata de una especie a la que no se ha capado la capacidad de interferir mentalmente en el medo y por tanto también en el pensamiento ageno, y defenderse así como por acto reflejo, por naturaleza, como cuando nosotros damos una bofetada. Dependiendo de la intensidad de la reacción, una persona puede permanecer mentalmente bloqueada entre media hora y varias semanas.

Por el aspecto o el tamaño no se les reconoce facilmente puesto que la variabilidad de especies humanas existentes es infinita y su capacidad de camuflaje es casi perfecta.

Verdaderamente no sería buena idea agredir a una de estas personas, son individuos tremendamente civilizados y pacíficos pero tienen un sentido de autoconservación muy alto y no dudarán un instante en provocarte un ictus con una simple mirada, si se sienten realmente amenazados.

Estos son los más osados visitantes y les encanta mezclarse entre nosotros siguiendo complicados juegos de rol, sin embargo hay muchos otros que prefieren las técnicas de invisibilidad, el camuflaje o la interferencia a distancia y quién sabe qué otras técnicas para estar aquí sin ser detectados.

Una cosa parece clara: juntos pero no revueltos. Es evidente que no quieren tratos directos con cavernícolas con tendencias psicopatoides como nosotros, cuya única actividad que somos capaces de hacer colectivamente es la histeria y la explotación.

Hay indicios de que seguirán así mucho tiempo. Somos un laboratorio que constantemente se desmadra, fracasa y salta por los aires. No sería inteligente intimar con cobayas rabiosas, aunque todo es posible.

Lo realmente difícil sería encontrar vida inteligente de este planeta.


Crearemos la máquina del tiempo

Falacia sin sentido típica de mentes con lesiones en los lóbulos temporales.


Atravesaremos agujeros negros

Falacia sin sentido típica de mentes con mielina generalizada, es decir, sin estrenar.


Alcanzaremos la velocidad de la luz

Completamente cierto, desde que se inventaron las linternas esto es una verdad incuestionable.

Además viajamos a velocidad luz siempre que tomemos un fotón como sistema de referencia ¿no que el movimiento existe sólo en función de un sistema de referencia?

Es broma, es función del sistema de referencia y del tamaño del observador, y por tanto del vehículo del observador, pero no me refiero a una nave sino al auténtico vehículo, a la energía, la información, pues es físicamente imposible que lo que viaje a velocif¡dad luz sea el periférico, sea éste de carbono o de silicio.

Por tanto, claro que se puede viajar a velocidades luz y superiores, pero se trata de tecnología que está vetada para especies en cuarentena, como la nuestra.


Fin 4ª y última parte.
Fuente: Texto refundido de la introducción de la novela futurista "Paseo por el siglo XXV" de Carlos Caballero (aún no editado).

A Fuego Lento

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