En Ohio Country, Indiana, tiene lugar un evento extraordinariamente cruel llamado Snapperfest.
Para ir adelantando acontecimientos, este nombre podríamos traducirlo por la fiesta del rompedor. Pero ¿qué es lo que rompe? Enseguida lo descubrirán.
Pues bien, este evento se celebra anualmente cada 20 de Agosto. Más o menos con estas palabras empezaba un correo que recibí hace unos días de una organización animalista a cuyas noticias y campañas estoy suscrita.
Para ir adelantando acontecimientos, este nombre podríamos traducirlo por la fiesta del rompedor. Pero ¿qué es lo que rompe? Enseguida lo descubrirán.
Pues bien, este evento se celebra anualmente cada 20 de Agosto. Más o menos con estas palabras empezaba un correo que recibí hace unos días de una organización animalista a cuyas noticias y campañas estoy suscrita.
La motivación del presente artículo es doble: denunciar esta barbarie y poner la primera piedra de toda una serie de artículos de denuncia de maltrato animal que iremos publicando.
Prosiguiendo con mi explicación del citado ¿festival?, decir que consiste en capturar tortugas salvajes (como sinónimo de no domésticas, que para salvajes en el sentido de brutalidad ya están los participantes y asistentes a esta celebración) que son agarradas por sus colas para posteriormente ser golpeadas contra el suelo.
Se prosigue separando sus cabezas de los caparazones para que luego los aficionados a esta práctica (la mayoría ebrios o si no ciegos de maldad) las balaceen sujetándolas por sus cuellos. Aquí os dejo unas imágenes que aunque pueda parecer un tópico de la comunicación, lo digo simplemente porque es la realidad; puede herir la sensibilidad del espectador:
http://www.metatube.com/es/videos/70708/Indiana-Snapperfest-Is-Turtle-Torture
Cuanto menos, sorprende la reacción de este tipo, gesticulando como si hubiera vencido a un dragón de siete cabezas, como si acabase de doctorarse cum laude, o como si acabase de capturar al mayor asesino en serie de toda la historia.
Lo ocurrido es bastante distinto. En este acto no hay ni un ápice de valentía, heroicidad u hombría, o como le quieran llamar.
Más bien todo lo contrario, es simplemente un cobarde que cree que todas estas virtudes se demuestran por medio de un hecho tan rastrero como el maltrato a un pobre animal muerto de miedo que, muy, pero que muy poca resistencia ha podido ofrecer, es lógica pura y dura.
Prosiguiendo con mi explicación del citado ¿festival?, decir que consiste en capturar tortugas salvajes (como sinónimo de no domésticas, que para salvajes en el sentido de brutalidad ya están los participantes y asistentes a esta celebración) que son agarradas por sus colas para posteriormente ser golpeadas contra el suelo.
Se prosigue separando sus cabezas de los caparazones para que luego los aficionados a esta práctica (la mayoría ebrios o si no ciegos de maldad) las balaceen sujetándolas por sus cuellos. Aquí os dejo unas imágenes que aunque pueda parecer un tópico de la comunicación, lo digo simplemente porque es la realidad; puede herir la sensibilidad del espectador:
http://www.metatube.com/es/videos/70708/Indiana-Snapperfest-Is-Turtle-Torture
Cuanto menos, sorprende la reacción de este tipo, gesticulando como si hubiera vencido a un dragón de siete cabezas, como si acabase de doctorarse cum laude, o como si acabase de capturar al mayor asesino en serie de toda la historia.
Lo ocurrido es bastante distinto. En este acto no hay ni un ápice de valentía, heroicidad u hombría, o como le quieran llamar.
Más bien todo lo contrario, es simplemente un cobarde que cree que todas estas virtudes se demuestran por medio de un hecho tan rastrero como el maltrato a un pobre animal muerto de miedo que, muy, pero que muy poca resistencia ha podido ofrecer, es lógica pura y dura.
Quien les escribe es una activista por los derechos de los animales. Sí, esa Declaración Universal a la que la inmensa mayoría de los gobiernos de este planeta le hacen tanto caso como los países más contaminantes del planeta al Protocolo de Kioto (http://seresponsable.com/2011/05/25/declaracion-universal-de-los-derechos-del-animal-2).
Llevo años interactuando en foros de denuncia, en los que de vez en cuando se deja caer algún detractor del movimiento animalista con muy pocas ganas de fomentar y expandir su grado de empatía bien hacia otro ser que no sea él mismo, o bien, hacia otra especie que no sea la suya.
¡Falta les haría!. Durante este tiempo he escuchado pseudo-razones de lo más variopintas. Desde la callada por respuesta, pasando por el "no son personas, son sólo animales sirven para estas cosas" (a lo que evidentemente contestaba frases del tipo: ¿y tú qué eres, más que un animal más? ¿o va a resultar que ahora eres un mineral?), o incluso llegando al “los animales no sienten” (¿habrían vetado las clases de biología en su colegio?... este que hablaba seguro que también era un mineral).
Aún a día de hoy no me lo explico, no encuentro una explicación razonable para determinados comportamientos humanos, y como la explicación más simple normalmente es la acertada, siendo políticamente incorrecta, y hasta que sus acciones demuestren lo contrario, sencilla y llanamente esta clase de gente carente de sensibilidad y humanidad en el trato hacia otros son sencillamente (no quiero pasarme, no voy a decir 'monstruos' porque desconozco el comportamiento que muchos tienen en otras parcelas de la vida) sino malas personas, en cuanto que se dejan cegar por la inconsciencia y agresividad, y relegan al olvido el cultivo de las virtudes y capacidades más nobles del ser humano que jamás se relacionarán con este tipo de actividades, se mire por donde se mire.
A continuación les informaré sobre otras tradiciones crueles que esta vez tienen lugar en territorio europeo.
Peleas de vacas en Suiza: en el cantón de Valais, se celebran todos los años los llamados combates de reinas.
Empezaron siendo una suerte de competición vecinal por ver quién poseía el ejemplar con más capacidad de liderazgo, y han acabado por seguirles (aún de lejos) los pasos al mundo del toro.
Actualmente, existe toda una industria considerable montada en torno a este festejo popular de manera que sostiene económicamente a criadores.
También es costumbre que en este tipo de torneos los asistentes aderecen el evento con unas copas de vino.
¡Falta les haría!. Durante este tiempo he escuchado pseudo-razones de lo más variopintas. Desde la callada por respuesta, pasando por el "no son personas, son sólo animales sirven para estas cosas" (a lo que evidentemente contestaba frases del tipo: ¿y tú qué eres, más que un animal más? ¿o va a resultar que ahora eres un mineral?), o incluso llegando al “los animales no sienten” (¿habrían vetado las clases de biología en su colegio?... este que hablaba seguro que también era un mineral).
Aún a día de hoy no me lo explico, no encuentro una explicación razonable para determinados comportamientos humanos, y como la explicación más simple normalmente es la acertada, siendo políticamente incorrecta, y hasta que sus acciones demuestren lo contrario, sencilla y llanamente esta clase de gente carente de sensibilidad y humanidad en el trato hacia otros son sencillamente (no quiero pasarme, no voy a decir 'monstruos' porque desconozco el comportamiento que muchos tienen en otras parcelas de la vida) sino malas personas, en cuanto que se dejan cegar por la inconsciencia y agresividad, y relegan al olvido el cultivo de las virtudes y capacidades más nobles del ser humano que jamás se relacionarán con este tipo de actividades, se mire por donde se mire.
A continuación les informaré sobre otras tradiciones crueles que esta vez tienen lugar en territorio europeo.
Peleas de vacas en Suiza: en el cantón de Valais, se celebran todos los años los llamados combates de reinas.
Empezaron siendo una suerte de competición vecinal por ver quién poseía el ejemplar con más capacidad de liderazgo, y han acabado por seguirles (aún de lejos) los pasos al mundo del toro.
Actualmente, existe toda una industria considerable montada en torno a este festejo popular de manera que sostiene económicamente a criadores.
También es costumbre que en este tipo de torneos los asistentes aderecen el evento con unas copas de vino.
Suelta del cerdo en Asturias: este evento tiene lugar normalmente en romerías y otras fiestas locales de carácter rural.
El animal es una cría de cerdo a la que en la mayoría de las ocasiones untan de grasa y la colocan dentro de un vallado o recinto circular.
En torno al recinto se colocan los asistentes para ver cómo los participantes se turnan e intentan coger al animal con los ojos vendados siguiendo las instrucciones de los allí congregados. El que consigue atraparlo, se lo queda.
El animal es una cría de cerdo a la que en la mayoría de las ocasiones untan de grasa y la colocan dentro de un vallado o recinto circular.
En torno al recinto se colocan los asistentes para ver cómo los participantes se turnan e intentan coger al animal con los ojos vendados siguiendo las instrucciones de los allí congregados. El que consigue atraparlo, se lo queda.
Peleas de peces beta: esta es una moda que ha arrancado con relativa fuerza en países como Japón y algunos estados de Lationamérica. “Todas las ahora tan comunes y conocidas formas del Betta splendens se obtuvieron a partir del pez betta salvaje de aletas cortas.
Durante épocas el pez betta de aletas cortas fue mantenido por las personas en Tailandia. El pez combatiente tailandés surgió a partir de bettas salvajes capturados.
El principal objetivo de los criadores tailandeses fue desarrollar su naturaleza bélica, su resistencia, el tamaño, color y estilo de lucha.
La selección de los mejores reproductores se realizó mediante la organización de peleas con bettas de otros criadores. El pez ganador se convertía en el modelo para la siguiente generación de peces combatientes” (pezbetta.com.ar).
Un proceso similar fue el que desembocó en la creación de los toros de lidia. Este documento gráfico recoge el salto a la red de esta deplorable práctica: http://www.ensegundos.net/2008/10/grabando-una-pelea-de-peces-betas-video/
Durante épocas el pez betta de aletas cortas fue mantenido por las personas en Tailandia. El pez combatiente tailandés surgió a partir de bettas salvajes capturados.
El principal objetivo de los criadores tailandeses fue desarrollar su naturaleza bélica, su resistencia, el tamaño, color y estilo de lucha.
La selección de los mejores reproductores se realizó mediante la organización de peleas con bettas de otros criadores. El pez ganador se convertía en el modelo para la siguiente generación de peces combatientes” (pezbetta.com.ar).
Un proceso similar fue el que desembocó en la creación de los toros de lidia. Este documento gráfico recoge el salto a la red de esta deplorable práctica: http://www.ensegundos.net/2008/10/grabando-una-pelea-de-peces-betas-video/
Fiesta del Asturcón: hace poco, tuvo lugar esta celebración, y para dar entrada a su explicación simplemente quisiera recoger unas frases resaltadas en un artículo de un periódico local: “los asistentes a la fiesta abuchearon al primer joven que intentó domar al ejemplar por pegarle en exceso...", “...el primer aspirante, Arley Álvarez, se encontró con los abucheos de los asistentes, que no vieron con buenos ojos varios golpes que propinó en la cara al caballo”.
Este evento rememora la tradición de la doma y marcaje de estos animales.
No veo ningún problema en que se domestique a ejemplares de esta raza salvaje, el problema está cuando se rebasa el límite, y lo que debería ser un proceso basado en el fomento de la confianza entre el caballo y el ser humano, se convierte en una demostración de brutalidad.
Algo parecido sucede en tierras gallegas con el Festival de Rapa. En villadeayora.es puedo leer la siguiente descripción, previa comparación del evento con las corridas de toros: “Aquí es una tradición donde la gente demuestra su valor contra estas bestias. Este festival se celebra también para declarar la independencia del pueblo y la virilidad".
Ya ven, hay quienes se sienten más hombres abusando de quienes no tienen demasiadas posibilidades de defenderse.
Este evento rememora la tradición de la doma y marcaje de estos animales.
No veo ningún problema en que se domestique a ejemplares de esta raza salvaje, el problema está cuando se rebasa el límite, y lo que debería ser un proceso basado en el fomento de la confianza entre el caballo y el ser humano, se convierte en una demostración de brutalidad.
Algo parecido sucede en tierras gallegas con el Festival de Rapa. En villadeayora.es puedo leer la siguiente descripción, previa comparación del evento con las corridas de toros: “Aquí es una tradición donde la gente demuestra su valor contra estas bestias. Este festival se celebra también para declarar la independencia del pueblo y la virilidad".
Ya ven, hay quienes se sienten más hombres abusando de quienes no tienen demasiadas posibilidades de defenderse.
Azulina ___